Este es el mio:
La flor más grande del mundo
El monte desierto. Así lo llamaba el dueño del fenómeno que cada día lo exploraba mejor aunque ya se lo conocía de memoria.
Este señor había encontrado naturaleza que nunca había visto, la nada, solo tierra. Lo único que pudo observar fue un escarabajo en el medio de esa cosa que no se podía explicar y una flor toda marchita sufriendo como si fuera un venado atrapado por un león, era la única esperanza de que el viejo pueblo que estaba rodeado de tristeza por el desierto se alegrara un poco y viera por primera vez la naturaleza.
Hasta que un día mientras es viejo observaba llegó una camioneta desesperada por tomar el único arbusto con pocas hojas que había en todo el lugar, el dueño del auto salió desesperadamente lo tomó y a su derecha la flor lo esperaba para que la rescaten pero al señor no le dieron ganas de agacharse para agarrarla porque estaba medio muerta y no sobreviviría un día más.
Del auto salió un niño que observó atentamente la pobre flor y dijo susurrando:
-Yo te voy a salvar… no te preocupes- le dijo a la flor
El niño vio el escarabajo… el único que había, lo tomó y se fue a su casa.
Al llegar el bicho prisionero escapó y el niño decidido y atraído por el insecto lo siguió hasta que llegó a un río que le pareció ten grande que le dio miedo pero lo cruzó porque quería a su animal con él.
Con sus ojos vio lo que nunca se imaginó que habría podido ver… un bosque lleno de árboles gigantes, flores, arbustos, etc. Siguió caminando hasta que llego al lugar donde la flor lo esperaba, el niño corrió hasta el río tomó un poco de agua y se la arrojó a la flor, así pasó horas hasta que la planta se volvió cada vez más grande.
-¡Uy!-Estoy muy cansado - Gritó el niño
Exhausto durmió cerca de su flor y como hacía mucho frío la flor desprendió un pétalo de ella y lo apoyó sobre su salvador.
Sus padres estaban muy preocupados y lo salieron buscar, cuando llegaron al monte lo vieron durmiendo con la flor gigante y se alegraron porque pudo cuidar la naturaleza como ellos nunca habían podido.
-¡Qué Grande!- Exclamó su papá
La flor era inmensa y todo el pueblo la observaba con la boca abierta…nunca habían visto algo así, semejante. Y al menos conocieron la naturaleza.
